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"No existen más que dos reglas para escribir:

tener algo que decir, y decirlo" (Oscar Wilde)

miércoles, 21 de abril de 2010

ALLANAMIENTO DE MORADA

¿Por qué no me di cuenta antes? ¿Por qué se me pasó aquella señal de tráfico gigantesca a la entrada de aquel vetusto callejón? Cuando estaba dentro ya era tarde. Una panda de adolescentes daba sus furtivas caladas mientras el balón reposaba en el suelo. Otros saciaban sus necesidades fisiológicas y amorosas en cualquier portal. Todos miraban desafiantes con sus litronas. Desde la ventana de un tercer piso me habían recibido con una lluvia de despojos para alimentar a los gatos. Nueva ducha más adelante. Esta vez un caldero de agua. Ignoro desde que piso. En seguida me dí cuenta que había invadido una forma de vida. Yo sabía donde estaba la salida, ellos es posible que no.

Cuando al retroceder alcancé la avenida, ví una señal de tráfico que advertía: “Peligro, salida de vehículos”, y debajo, escrito con tiza, ponía: “a toda velocidad”.

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